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Enrique Aguado. Director de la revista Trofeo Pesca. (Artículo publicado en Trofeo Pesca en Enero, 2008)

Los agrestes campos del condado de Donegal, situados en el noroeste de la república de irlanda, esconden algunos de los mejores ríos salmoneros del país, aunque quizás también los menos conocidos. es el caso del Finn, un afluente del famoso Foyle y que permite realizar una pesca distinta y totalmente activa, muy similar a la de la trucha.

De partida, si uno se plantea realizar un viaje de salmón al río Finn o a cualquiera de esta región, ha de olvidarse de la idea que tenemos muchos españoles sobre la pesca de este pez en el extranjero. En la mayoría de los casos uno tiende a centrarse en la pesca de pozos determinados y en ríos anchos que no permiten el lance en otra parte que no sean éstos, obligándonos en ocasiones a concentrarnos tanto en unos puntos concretos que la pesca pasa a convertirse en algo monótono y extenuante sin movernos del sitio. Son pocos los ríos salmoneros que nos permiten lo contrario, movernos ríos arriba, río abajo en un sinfín de posturas donde poder encontrarlo.
Este es el caso del Finn, un río privilegiado en ese sentido que más parece un cauce truchero por su morfología, cuya característica es que los pozos se suceden uno a uno a lo largo de las 44 millas que componen el tramo de Glenmore, considerado uno de los más importantes del país por su productividad y el número de salmones que todos los años remontan sus aguas en busca de los pequeños afluentes donde desovan. Estamos hablando de un gran río de primavera, como suelen denominarse, donde las entradas de peces se realizan desde el primer momento de la temporada, y cuya media de salmones en estos primeros meses ronda siempre los 5 kilos de peso, pasando después -a partir de mayo- a ampliar el abanico de tamaños, y llegando más tarde a la época de los grilses o salmones de verano, momento que suele producirse en el mes de junio en el norte de Irlanda. Todo esto permite que al final de cada temporada las cifras de capturas con caña sean realmente espectaculares, más aún si las comparamos con las de España.
En este río, los últimos cinco años arrojan una media de 2.500 salmones pescados. Nada extraño si se tiene en cuenta que hasta que se prohibió la pesca comercial en el estuario del Foyle las redes comerciales extraían de su desembocadura más de 50.000 salmones por año, peces que a día de hoy no tienen peligro de acabar en un barco pesquero y que poco a poco irán aumentando el stock deportivo de los ríos irlandeses.

Del escenario al río. La belleza del Finn y su potencial salmonero, junto con la abundancia de reos, es lo que enamoró a su propietario, Chris De Margary, hace algunos años. Desde que pescara su primer salmón a mosca en este río, aumentó su pasión por el pez y por dicha modalidad hasta extremos insospechados, llevándole a pescar por medio mundo y a trabajar como guía en Islandia durante varias temporadas. Hace poco más de un año esta pasión le hizo apartarse de su profesión y dedicarse por entero a la pesca a través del Glenmore Lodge que hoy regenta, y que gestiona la pesca del Finn y su afluente el Reelan. Tras una vida dedicada profesionalmente a la música como saxofonista de algunos de los mejores grupos y solistas del panorama internacional, Chris se cortó la coleta tras siete años dentro de la banda Simply Red para dedicarse a lo que más amaba: la pesca del salmón a mosca. Inaugurado en la temporada 2007, el Glenmore Lodge es hoy en día un enclave único para aprender, practicar o conocer a fondo cómo se realiza una de las técnicas más deliciosas y gratificantes que existen en agua dulce.

44 pozos para elegir. Existen dos formas de conseguir los permisos para el río. Bien comprándolos de forma individual o alojándose en el lodge, lo que da derecho a los permisos. En uno u otro caso se entrega un mapa en el que se detallan los 44 pozos, con sus correspondientes denominaciones, que componen el tramo del Finn y el Reelan y que integran esta fishery, lo que no quiere decir que no existan otros tantos más o muchas corrientes sin catalogar donde también paran los salmones. Además de éstos, hay determinados pozos donde existe un número limitado de pescadores por día, de manera que se puede obtener un permiso especial si lo que deseamos es pescar con la tranquilidad de hacerlo solos: son los llamados “beats”. Una vez en el río la principal diferencia con otros cauces salmoneros es que aquí no son precisos lances largos. Su anchura, de unos 10 metros, y la posibilidad de vadearlo, nos permiten efectuar una cacea muy activa tras este pez, casi como si de pescar truchas se tratase. Además, la presencia de salmones en todo su curso es frecuente, siendo lo más normal que veamos bañarse a decenas de ellos a lo largo del día. Sin embargo, como en todos los lugares del mundo en donde se trata de pescarlos a mosca, el éxito nunca está garantizado. Las mareas, el nivel de agua y factores como la hora del día siempre son condicionantes con los que hay que contar. Lo más importante, la presencia de miles de salmones en el río, es lo único que tenemos por seguro en el Finn. Sólo hace falta algo de suerte para conseguir uno.

Datos prácticos

Licencias y permisos:
Para pescar en el Finn es necesario contar con un permiso especial para el río, que se encuentra dentro de la fishery de Glenmore River. Además, en Irlanda es necesario una licencia de pesca de salmón, que se puede obtener con varios precios según los días que queramos pescar. Estas licencias se pueden sacar en el lodge y en varias casas cercanas al río.

Artes permitidas:
Únicamente la mosca y el lace ligero. Prohibido el cebo natural.

El lodge:
Glenmore Lodge se encuentra a las afueras de la localidad de Ballybofey (condado de Donegal) y cuenta con 5 habitaciones dobles, siendo el lugar perfecto para alojarse en un viaje al río Finn. Inaugurado en 2007, tiene todas las comodidades gracias a un diseño creado por y para los pescadores: salón decorado al estilo clásico, un amplio lugar para comer, cocinar y leer, y una estancia exterior donde se guardan los utensilios de pescar y los vadeadores, donde también podemos alquilar parte del equipo. En el lodge también es posible comprar una amplia colección de moscas clásicas para el salmón. Se encuentra a sólo 80 metros del río y expede todos los permisos e información. www.glenmore-rivers.com.

Cómo llegar:
Desde España el método más rápido es vía aérea hasta Dublín con Aer Lingus (www.aerlingus.com) o Ryanair (www. ryanair.com), o bien haciendo transbordo hasta Derry. Desde Dublín el trayecto en coche hasta Ballybofey es de unas 3 horas, mientras que desde Derry hay unos 40 minutos y suele estar incluido entre los servicios. Todo el viaje se puede contratar en un paquete cerrado a través de PressTour Viajes. http://pesca.marsans.es. Contacto: George Chang (677 53 76 34).

Equipo recomendado:
Todo el material se puede alquilar directamente en el lodge. Para quienes prefieran pescar con el suyo, hay que tener en cuenta que es un río salmonero de tamaño mediano, por lo que se puede pescar tanto con caña de una como de dos manos. La de 9 pies puede ser válida perfectamente, y con una de 14 o 15 tampoco nos sentiremos incómodos, por lo que la elección está a gusto del pescador. En cuanto a las moscas, se emplean los montajes clásicos de todas las Islas Británicas, fundamentalmente imitaciones pequeñas de pelo, caso de la Hairy Mary, Cascade, Ally´s Schrimp….

Temporada de pesca:
Del 1 de marzo al 15 de septiembre.

Época recomendada:
Mayo, junio y julio.
La filosofía de Chris y de sus guías es inculcar un conocimiento de los movimientos del salmón por este río, algo que realizan a través de la caña de dos manos como elemento principal y usando siempre los modelos clásicos de moscas que no pueden faltar: imitaciones pequeñas, básicamente de pelo y con dos anzuelos, que responden al canon clásico de moscas de salmón. Tal es el caso de la Finn Gold Schrimp, mosca que emula la quisquilla y que es propia del lugar.
Cuando uno llega al lodge puede elegir entre descansar en los cómodos salones decorados con muebles clásicos, departir en el amplio living en donde una gran mesa circular reúne en cada cena a los pescadores alojados, o bien relajarse en una de sus cinco habitaciones espaciosas y cuidadas. Si desea comenzar a sentir el latido del Finn, el terreno donde se ubica el lodge cuenta con varias praderas donde se pueden practicar los distintos tipos de lance posible. El Spey, doble Spey, snake roll, switch o roll cast son variantes que se pueden aplicar en cada rincón del Finn con la ayuda de todos los guías de pesca locales. En la temporada 2008 está planificada además una ampliación de las instalaciones con varias praderas más donde realizar las tareas didácticas de lance así como nuevas habitaciones para pescadores y acompañantes.

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