Laxá en Laxardalur, Islandia

Para el pescador que busca grandes truchas a mosca en Islandia hay pocos destinos que pueden compararse con Laxá en Laxardalur (también conocido como Laxá en Laxardal). En el coto de Laxá en Laxardalur, el tamaño medio de las truchas está entorno al kilo y medio aunque se pescan muchas truchas por encima de los dos kilos. En buena parte del coto el río es ancho, de suaves corrientes y grandes tablas de poca profundidad. Alternan zonas de piedra recubiertas de algas con otras de fondo de arena volcánica negra. Discurre por un idílico paisaje de pastos que recubre en su mayor parte un subsuelo de roca volcánica. Son aguas idóneas para la pesca a mosca seca. De hecho, a lo largo del verano cuando hace buen tiempo encontraremos grupos de grandes farios cebándose tranquilamente en un palmo de agua a escasos metros de la orilla. Hay buen acceso en vehículo todo terreno por casi todo este tramo. En la parte alta del coto el valle se estrecha en un cañón de laderas más empinadas. La gradiente del río es más pronunciada y la corriente más fuerte, lugar preferido para la pesca con streamer aunque también puede dar buenos resultados la mosca seca pescando cerca de la orilla.

El Río Laxá nace en el Lago Myvatn en el noreste de Islandia, a una hora por carretera de Akureyri. El primer coto que encontramos por debajo del lago es Laxá en Myvatnssveit. El Laxá también cuenta con uno de los cotos salmoneros más renombrados de Islandia, Laxá í Aldadal en la zona baja del río. Los salmones sólo pueden remontar hasta la presa hidroeléctrica de Bru. Por encima de la presa las aguas son dominio exclusivo de las grandes truchas fario. En años recientes se ha hablado de eliminar la presa para que pudiesen remontar los salmones hasta las zonas altas del río, pero esta idea fue rechazada rápidamente por los locales que temieron que tal acción podría acarrear un declive en la fantástica pesca de trucha que ofrece. Es por encima de la presa donde se encuentra el coto de Laxá en de Laxardálur.

A lo largo de la temporada podemos pescar grandes truchas a mosca variando las técnicas que empleemos según el momento de la temporada y las condiciones que encontremos. Al inicio de la temporada en junio cuando sus aguas están más frías la pesca es principalmente a streamer y ninfa. Son fechas que producen las truchas más grandes, peces que superan los tres kilos. A medida que avanza el verano y se va calentando el agua las truchas empezarán a comer cada vez más en superficie. De finales de junio hasta principios de agosto suele darse la mejor pesca a mosca seca. Son fechas en que nos moveremos con nuestro guía por el río en busca de grupos de grandes truchas comiendo en superficie, en aguas someras por las orillas del río. Los días más cálidos traerán grandes eclosiones de Bibios, una mosca negra de origen terrestre de vuelo torpe que será una delicia para las truchas. Imitaciones de dípteros en colores beige o verde claro también producirán picadas. Llegando ya a finales de julio podemos esperar las eclosiones de tricópteros de color canela.

Para tener éxito, aparte de acertar con la mosca, es esencial una buena presentación. Esto se complica por la necesidad de utilizar bajos de grosores del 0,18 y 0,20 con una resistencia de 3,5 kilos mínimo. Es probable que se pierda cualquier pez grande que se clave con un bajo más fino: son peces grandes con dientes afilados que una vez clavados suelen buscar la piedra más cercana para rodearla con el bajo o si no se revuelven en las algas multiplicando su peso. Representan todo un reto incluso para un pescador de mosca experimentado.